Beneficios para las empresas que protegen los derechos de sus consumidores
Elaborado por: Licda. Verónica Cerna, Especialista Regulatorio y Compliance de Movistar El Salvador, miembro BRITCHAM.
Los derechos de los consumidores son los principios legales y éticos que buscan proteger los intereses de las personas consumidoras, procurando un equilibrio en sus relaciones con los proveedores. En nuestro país, desde el año 1996, contamos con una ley que protege a los consumidores, la cual fue derogada por una nueva y moderna Ley de Protección al Consumidor (LPC) aprobada en el año 2005. Esta ley, debido a la complejidad y diversidad de los derechos de los consumidores y a que estos evolucionan constantemente a medida que surgen nuevos productos y servicios, así como diferentes medios para adquirirlos, ha sufrido varias reformas a lo largo de los años. Entre los principales derechos que contempla dicha ley se encuentran el derecho a la información, a ser educado en materia de consumo, al cumplimiento de la oferta, a elegir libremente, a reclamar y recibir compensación, a ser protegidos de prácticas abusivas y de la inclusión de cláusulas abusivas en los contratos, a desistir o retractarse de un contrato y a ser protegidos en las transacciones de comercio electrónico, entre otros.
Para un consumidor, que las empresas cumplan con sus derechos significa que puede disfrutar de una experiencia de compra justa, segura y satisfactoria. Para una empresa, cumplir con los derechos de los consumidores no debería ser solo una obligación legal o una medida por temor a ser sancionada y pagar miles de dólares en concepto de multas, sino que también debería convertirse en una oportunidad, una ventaja estratégica. Las empresas que quieren generar confianza, lealtad y una buena imagen ante sus clientes y potenciales clientes deben buscar la protección de los derechos de los consumidores, permitiéndoles reducir las quejas y, por lo tanto, las compensaciones, descuentos o devoluciones, lo cual, a la larga, también genera un considerable ahorro para las compañías y, además, reduce las posibilidades de ser sancionadas.
Cumplir con los derechos de los consumidores puede ayudar a una empresa a establecer una relación positiva, de confianza y a largo plazo con sus clientes. Actualmente, los consumidores no solo exigen productos y servicios de calidad e innovadores, sino que también requieren que las empresas actúen de forma transparente y honesta, demostrando su compromiso con ellos y su respeto por la ley. Esto también puede ser un elemento diferenciador entre competidores, logrando atraer y retener a clientes leales y satisfechos, mejorando la imagen de la compañía y la reputación de marca.
En nuestro país, la Defensoría del Consumidor (DC) cuenta con diferentes programas que fomentan el comportamiento ético de las empresas y promueven el respeto a los derechos de los consumidores. Entre estos programas se encuentra el “Sello de Garantía”, dirigido a empresas que comercializan bienes y/o servicios mediante comercio electrónico. A quienes cumplen sus requisitos, se les otorga un sello que debe colocarse en su sitio web. Además, cuentan con los programas “Incentivo a las Buenas Prácticas: Aquí se respeta a los consumidores” y el “Manual de Buenas Prácticas para la Protección de los Intereses de las Personas Consumidoras en sus relaciones con los Proveedores”. Estos programas tienen como objetivo incentivar a las empresas que comercializan bienes y/o servicios a cumplir voluntariamente con conductas que benefician a los consumidores, sin activar la función sancionadora del Estado. Por lo tanto, la adhesión de las empresas a este tipo de programas, que buscan promover una relación de confianza y transparencia entre los consumidores y las empresas, mejora en gran medida su imagen, reduce costos y, principalmente, genera relaciones a largo plazo con los clientes.
Una compañía que se preocupa por cumplir con los derechos de los consumidores y que vela por qué estos tengan una buena experiencia, aumentará en gran medida la satisfacción y la fidelidad de sus clientes, traduciéndose además en beneficios económicos para la compañía.